El doctor Ángel Gustavo Sedevich, especialista en nefrología clínica y referente en trasplantes renales a nivel nacional, describe los avances, mitos y verdades de esta práctica que salva vidas. Con más de 40 años de servicio en el Hospital Italiano de Mendoza, afirma que la Ley Justina expandió la posibilidad de donantes.
Hablar de donación de órganos, ser trasplantado o bien conocer que existen miles de personas en nuestro país a la espera de un trasplante, genera interrogantes en la sociedad sobre el accionar de los centros especializados en ablación e implante de órganos. De acuerdo a datos del INCUCAI, la tasa de donantes en Argentina fue de 13,7 por millón de habitantes en 2021, un número bajo para cubrir las necesidades de lista de espera, en comparación con otros países como España, que han llegado a tener 40 donantes por millón de habitantes.
Un lugar de referencia en el país, que desde hace medio siglo lidera la vanguardia en la medicina de ablación, es el Hospital Italiano. Ubicado en la provincia de Mendoza, este centro atiende pacientes de toda la Argentina y de países vecinos. Su responsable máximo, el cardiocirujano Claudio Burgos, es considerado una eminencia en trasplantes de corazón y colocó al Italiano en la calidad máxima formando equipos de profesionales reconocidos en el mundo entero.
En ese equipo se encuentra el doctor Ángel Gustavo Sedevich, médico nefrólogo, jefe del área de Trasplantes Renales y Jefe del Servicio de Nefrología Clínica del Italiano, quien lleva más de 40 años brindando servicio en el hospital.
Dedicado casi exclusivamente a ese nosocomio, allí desarrolló su distinguida carrera médica. Y a él nos acercamos para hablar sobre los avances, mitos y verdades del trasplante, una práctica que salva vidas cada día.
“La población está mucho más dispuesta a donar órganos que hace 30 años atrás, pero todavía falta para cubrir todas las necesidades”, precisa Sedevich. Y detalla que la situación cambió con la primera ley de trasplante de la República Argentina, la generación de los institutos que dependen del INCUCAI y con la participación de profesionales entrenados. “Se ha pulido muchísimo y la sociedad es mucho más altruista pero sigue existiendo algo que impide que la donación sea absoluta y total,”, puntualiza el médico.
En este sentido, destaca la tarea del INCUCAI y elINCAIMEN que “trabajan arduamente en la procuración”, así como “Mendoza está considerada una provincia donadora, ha estado entre las tres primeras provincias del país”.
También celebra la Ley Justina, promulgada en 2018, que dispone que toda persona mayor de 18 años es donante de órganos o tejidos salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario. Para el especialista significa un cambio cultural que mejoró la visión de la sociedad. “La población está mucho más dispuesta a donar órganos y hay que seguir trabajando en esto. Hay que ponerle ímpetu y hay que tratar, de alguna manera, de expandir la posibilidad de los donantes”, considera Sedevich.
Con casi 50 años de experiencia, el nefrólogo expresa que en los últimos 30 años se ha avanzado tanto en donación de órganos como en trasplantes. Por un lado, afirma que “el paciente que se anota en lista de espera tiene las cosas claras, una gran ansiedad y una gran expectativa de lo que uno le está proponiendo: mejorar su calidad de vida”. Por otro lado, cuenta que hoy no existen contraindicaciones absolutas a la hora de donar órganos, ya que se ha expandido la calidad del donante y del receptor. “Antes el donante era plenamente óptimo, joven, sin patologías previas; ahora los donantes son pacientes que tienen hipertensión arterial, diabetes, accidentes cerebrovasculares (ACV) hemorrágicos; son pacientes que nosotros llamamos con criterio expandido-selectivo”, especifica.
Mitos y verdades sobre la donación de órganos
A pesar de los avances en la medicina y las reglamentaciones a nivel mundial, siempre se reavivan mitos sobre el tráfico de órganos. Una interpretación cultural que incrementa el escepticismo sobre la donación, sin considerar que se trata de una práctica que procura la vida y el bienestar de miles de pacientes, ante el dolor y la pérdida de seres humanos.
Para el nefrólogo Sedevich los mitos siguen siendo los mismos que se generaron cuando los médicos “agarrábamos nuestro auto particular para ir a buscar a los pacientes que entraban en operativo. Nos tocaba hacer de actores y defectores, pedíamos los órganos y después teníamos que trasplantarlo. Eso generaba esa sensación, de que nosotros participábamos en el fenómeno de esa noción”. No obstante, ve un cambio radical en la toma de conciencia de la sociedad respecto a los grandes beneficios de la ablación.
Consultado por las desafortunadas afirmaciones del político libertario Javier Milei sobre la libre venta de órganos, el mensaje del doctor Gustavo Sedevich es que “nuestro país tiene una ley de trasplante que es excelente y cristalina, no se puede hacer ningún trasplante fuera del contexto de la legalidad”. Y opina que los dichos de personalidades mediáticas como Milei “atrasan”.
Avances en los trasplantes a nivel mundial
Consultado por cómo cree que serán los trasplantes en el fututo, el especialista en tratamiento renal cuenta que hay muchas investigaciones en marcha y que se está mejorando la experiencia de “xenotrasplante”, para expandir la posibilidad de la donación. Esta práctica médica permite el trasplante de células, tejidos u órganos entre especies filogenéticamente diferentes; en este caso, la fuente animal disponible y con tejidos similares al humano es el cerdo. Por ejemplo, a principios de año se hizo en Estados Unidos el implante de un corazón de origen porcino en un humano.
Asimismo, Sedevich advierte que falta recorrer camino para considerar a los “xenotrasplantes” como efectivos científicamente, e indica que “se está luchando contra el rechazo hiperagudo y con los fenómenos de coagulación, muy importantes en el área del trasplante”.
En cuanto a su especialidad de Nefrología Clínica, el médico apunta a la importancia que tiene la prevención de la insuficiencia renal crónica. Esto porque se trata de una enfermedad silente, sin síntomas y que requiere “una atención de prevención extremada para impedir que el paciente, con hipertensión arterial o con diabetes (dos causas importantes en la etiología de la insuficiencia renal crónica), evolucione a la insuficiencia renal terminal y requiera tratamiento de sustitución”.
Otro punto que destaca para trabajar es “lograr implementar el trasplante renal preventivo”, para evitar el invasivo tratamiento en diálisis. Es decir, el paciente con insuficiencia renal recibe como terapia un trasplante renal de manera rápida y “permite no extraer al donante de la lista de espera”; sobre todo “cuando se hace con donante vivo”. En este caso, Sedevich especifica que “en los últimos cinco años hemos hecho alrededor de 100 trasplantes. Hacemos un promedio de 15 a 20 trasplantes por año. Con esto cumplimos con lo que lo impone la ley de trasplante en la región”.
Historias que han marcado su carrera
La particularidad de la niñez, y el hecho de atender a un paciente con discapacidad, emocionan al nefrólogo del Hospital Italiano, Gustavo Sedevich.
“La sensación más bonita que teníamos eran los trasplantes pediátricos. Sufríamos mucho cuando teníamos complicaciones con los niños, pero la gratificación era muy importante. Haber trasplantado síndrome de down, esa sensación es absolutamente distinta, pacientes que habían estado relegados, durante mucho tiempo, en lista de espera y no eran incorporados por ser síndrome de down”, recuerda con emoción uno de los eventos más importantes de su vasta trayectoria médica.
La razón de esa decisión se debía a que “no se los asistía porque las personas con síndrome de down poseen una vejiga neurogénica, considerada por mucho tiempo como una contraindicación médica para poder recibir un trasplante”. Es así que, el cambio de paradigma lo logró Sedevich con otros colegas y fueron incorporados en lista de espera, con una preparación previa de cateterismos intermitentes y la colaboración incondicional de los familiares.
Para desmitificar sobre la donación de órganos y avanzar en la prevención de aquellas enfermedades que ponen a los pacientes a la espera de un trasplante, el doctor invita a la población a ser “solidarios, que donen porque realmente se necesita. Y aquellos que tengan donante vivo, que tengan la posibilidad de charlarlo en familia, consultar en el centro de trasplante y tener la posibilidad de un trasplante preventivo”.
Ante esto, afirma que Argentina es un país de avanzada en materia de trasplantes, ya que se realizan todos los trasplantes que están descriptos por la ley, con buenos resultados a nivel internacional, los cuales son realizados por profesionales involucrados en la procuración y la concientización, mediante tratamientos y cirugías eficaces y de excelencia.
“Soy un apasionado de lo que hago. Si no estuviera totalmente convencido de que lo hago, de que lo puedo hacer, con una dedicación absoluta, con excelencia, y que lo hago porque lo siento; no lo haría. ¡Quiero seguir hasta donde pueda!”, confiesa Sedevich a sus 78 años.
Y concluye: “Voy a darle oportunidad a todos los que vienen atrás para que sigan con esto. Para mí es un orgullo haber llegado a este nivel. Poder seguir dándole a quien más lo necesita este tipo de tratamiento, es maravilloso. Realmente es una satisfacción personal muy importante. Aun los sacrificios, volvería a estudiar medicina y a ser médico”.